"Alicia" en el club de los 1.000

No me gustó su película, pero me alegro por Tim Burton. Y espero que los 1.000 millones de dólares que ya ha ganado su película (la más taquillera de su filmografía y una de las menos interesantes), le sirvan para hacer cine con la libertad de Kubrick ó Woody Allen.

Canadá no está lejos de Hollywood (2)

Continuamos hablando de cantantes canadienses y sus acercamientos a Hollywood. El otro día hablábamos de Sarah Mclachlan. Hoy le toca el turno al rey de esta sección: Bryan Adams. Su primer acercamiento fue muy laureado: la canción principal de Robin Hood, príncipe de los ladrones (una película irregular, pero menos tediosa que la reciente versión de Ridley Scott).

En 1994 se unió a Rod Stewart y Sting para cantar el tema central de Los tres mosqueteros. La canción All for love es lo mejor de la película. Lo mismo sucede en la película Don Juan de Marco: lo "salvable" es la maravillosa canción que Bryan Adams interpretó junto a la guitarra de Paco de Lucía.




En 1996 Bryan Adams se unió a "la voz": Barbra Streisand. Juntos interpretaron el tema central de El amor tiene dos caras, dirigida por la cantante y conocida sobre todo por ser la película con la que Lauren Bacall perdió un Oscar cantado frente a Juliette Binoche (premiada por El paciente inglés). La canción es un dueto sensacional de dos voces con enorme personalidad. Las fotos son horribles, youtube tiene estas cosas, pero la canción está completa.


Ese mismo año contribuyó con una de las pifias mayores de Francisc Ford Coppola (Jack), Bryan interpretó para esta película la canción Star.

Tardaría 6 años en volver al cine. Y lo haría a lo grande, junto al prolífico Hans Zimmer, en la banda sonora de Spirit, uno de los intentos fallidos de Dreamworks en el cine de animación. En la banda sonora de esta película cantó junto con Sarah Mclachlan la canción Don´t let go. También aportó otras canciones muy inspiradas como Here I am.



Con 50 años, un Grammy y tres nominaciones a los Oscar y a los Globos de Oro, este canadiense de Ontario es uno de los cantantes que ha marcado la música de cine de las últimas décadas.

Spike Jonze y el amor robótico

El ingenioso y desquiciado Spike Jonze ha tenido, una vez más, vía libre para hacer lo que quiere. Gracias a la marca Absolut Vodka ha realizado un cortometraje de 30 minutos sobre el amor entre dos robots que tiene poco que ver con la promoción de la bebida alcohólica.“Ha sido una oportunidad increíble”, dice Jonze. “Ellos (Absolut) no me exigieron hacer una película que tuviera nada que ver con el vodka. Querían que hiciera algo que fuera importante para mí y permitieron que mi imaginación me llevara donde quisiera. No fue como trabajar para una gran compañía donde me tuviera que reunir con comités de gente. Eran un grupo pequeño y parecía que lo único que les importaba era la creatividad y hacer algo que les afectara emocionalmente”.


No es la primera vez que Jonze hace publicidad, en ese ámbito fue donde empezó a dirigir y ser conocido internacionalmente con anuncios para Adidas, Levi´s, Ikea, GAP o Nike.





Canadá no está lejos de Hollywood

Más que una noticia empiezo aquí una sección dedicada a Canadá, ese país congelado y enorme que ocupa muy pocas portadas. Este país ha aportado bastantes cantantes importantes que han contribuido en algunas de las mejores bandas sonoras de los últimos años.

Sarah Mclachlan es una de esas voces que no olvidas fácilmente. Ganadora de varios Grammys sus baladas son uno de los tesoros canadienses mejor exportados en el siglo XXI.

La utilización de Answer, una de sus mejores canciones, en el final de La extraña que hay en ti es maravillosa. Un acierto absoluto de Neil Jordan que hace que la película cobre mucha fuerza en su parte final.

La Edad Media de Playmobil

Los actores están muy bien, la fotografía es un delicia, Ridley Scott sabe dirigir como pocos las escenas de acción.... pero siguen siendo muy simples las costuras de sus trajes y le falta temperatura emocional a este Robin Hood de 2010. Helgeland mejora claramente con respecto a su último guión (Asalto al tren de Pelhalm 123) pero sigue estando muy lejos de sus mejores momentos (L.A. Confidential, Mystic River). Apenas hay matices y sobra cartón piedra en una historia que daba mucho de sí pero en manos de Helgeland es un monolito tosco de escaso relieve.

La música está bastante bien a pesar de empeñarse con demasiada frecuencia en imitar la voz de Lisa Gerrard en Gladiator (algo que hizo mejor Harry Gregson-Williams El fuego de la venganza).


Pero el resto de la banda sonora es una música vibrante, especialmente en el último tramo que coincide con lo mejor de la película. El problema es que cuando llega esa media hora final (magnífica batalla, cierre de la historia y títulos de crédito finales), ya llevamos dos horas de la Edad Media de Playmobil que tanto le gusta contar a Ridley desde que dirigió ese monumento a la historia para bebes Petit-suise titulada El Reino de los Cielos.



En resumen, que Ridley sigue muy lejos de igualar las obras maestras del inicio de su filmografía: Los duelistas, Alien y Blade Runner.

Calificación: 6

John Mc Tiernan

Le echo de menos. Pocos directores han hecho tanto por hacer un cine de acción creativo, diferente. Recuerdo con especial aprecio El último gran héroe y el guiño que hace a Hamlet. Sensacional película metacinematográfica.

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